Un día nos propusimos continuar,
y tú me dijiste, ven juguemos a un juego.
Ya dejemos esta farsa y
sigamos mi amor como siempre.
Verás que cuando hay amor del verdadero ,
si se puede dar más aún en el caso donde la cuenta daba menos.
Este juego se juega con numeros pares,
se vuelve casi sordo a los impares.
Y solo sé gana una buena partida cuando
en el acto de tener que restar, damos más y terminamos sumando .
Se trata de dar lo que jamás creiste ser capas de dar.
De dar hasta inclusive lo que no tienés.
Se trata de sumar en vez de restar.
De que las correcciones sean las que más se tomen en cuenta y más importantes sean,
y sé aprenda a dejar de lado el error, esa equivocacion .
Y donde solo importa dar más .
Donde no existen más de dos jugadores,
su juego no se basan en estupidos orgullos, ni reproches absurdos.
No hay competencia alguna entre ellos.
Sin darse nunca la espalda,
Aprendiendo que empatar puede significar que ganen dos.
Siempre dando más .
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